Seres alados III
No volveré a ver a Ricardo. No en esta vida. No volveré a hablar con él. No con estas palabras. Era enorme de tamaño, pero ligero. Sutil. Alado. Rondará por mundos para él fascinantes, para mí desconocidos, para muchos inexistentes. El viento suave y cálido que entra por la ventana se me antoja su voz. Esta noche quiero soñar una acuarela.
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