lunes, 4 de mayo de 2009

Nada


Pretensión es, dirías,
exceso de herejía

o falta de respeto.

Pero quizás amigo,

a las puertas de lo eterno

nos veremos absortos

y perplejos.


Allí seremos nada ,

hálitos, suspiros, siervos...

Seremos nada, amigo,

cuando nos encontremos.


Yo con mis pasos yerros,

tú, con pasos correctos

y sin otros sentidos

que el corazón completo,
hablaremos sin voces

y sin ojos veremos.


Ajenos a este mundo,

ajenos a estos cuerpos
allí, y quizás entonces,

se desgarren los velos
y fuera de la cárcel

del espacio y el tiempo

-cada cual con su cielo,

cada cual con su infierno-

quizá entonces, amigo,

nos reconoceremos...



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