domingo, 6 de septiembre de 2009

(papers trobats ii)

casi otoño


No vi antes un otoño tan de cerca
y me ha sabido a espera,
a forja de metal, a golpe, a fuego,
y a paciencia.
A historia que se funde
para volverse arado de la tierra
o pieza de balcón de una ventana
que dé la bienvenida en la mañana
a las nuevas ideas.

Pero es que no es otoño
no aún
sólo se acerca,
sólo ves en el aire cual campanas de iglesia,
el vaivén de unas cuantas
hojas secas.

Sólo asoma el otoño,
casi llega.
La ciudad se ha vestido de fachadas discretas,
de ventanas con rejas,
de ventanas abiertas
y de puertas
para el salir y entrar de las ideas.

Dices que el alma queda
cuando el tiempo al pasar todo se lleva.
El alma,
estos días se encuentra desatenta.
Despistada.
Perdida.
Desabrigada.
A la espera de un ángel de la guardia.

Es que es el otoño un lienzo
pintado a medias
con colores azules y matices de espera,
extrañas mezclas.

Dorados,
ocres,
pasado.
Hojas amarillentas.

No,
Antes no vi un otoño tan de cerca
y me ha sabido a espera
a espalda, a frente, a jornal,
a faena,
a tierra preparada
para el brotar de nuevas primaveras.

Ahora el alma juega,
con una rosa, con hojas secas,
con las alas de un ángel guardián,
con su otoño pintado,
con papeles,
con letras.


septiembre 2004

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