martes, 14 de agosto de 2007

Seres alados III

No volveré a ver a Ricardo. No en esta vida. No volveré a hablar con él. No con estas palabras. Era enorme de tamaño, pero ligero. Sutil. Alado. Rondará por mundos para él fascinantes, para mí desconocidos, para muchos inexistentes. El viento suave y cálido que entra por la ventana se me antoja su voz. Esta noche quiero soñar una acuarela.

No hay comentarios: